En Talleres Safety Car nos preocupamos por el día a día y si eres de los que nunca se ha visto en la situación de tener que cambiar un neumático, seguro que esta pequeña guía te vendrá muy bien.

Guía para cambiar un neumático. Antes de entrar en materia, tenemos que decir que no es obligatorio llevar rueda de repuesto, siempre y cuando están equipados de un kit de reparación de emergencia.

Lo que en principio parece una operación realmente complicada, es algo muy sencillo si se cuenta con las herramientas adecuadas y algo de conocimiento de ellas comenzamos!

Lo primero que debemos comprobar, es que llevamos todo lo necesario para realizar un cambio de neumático. Y por si te estabas preguntando que necesitas, tranquil@ que esta guía práctica también lo incluye :),

Necesitarás un gato hidráulico
Una palanca desmontadora
Y por supuesto, un neumático de repuesto en condiciones, que su estado general sea bueno y tenga presión suficiente para poder circular.
Nos podemos encontrar con dos casos, que nuestro coche lleve una rueda de repuesto similar a la que vamos a cambiar o que sea una más pequeña. Es lo que se conoce como rueda de emergencia, en cuyo caso, la velocidad de circulación de nuestro coche, no deberá superar los 80km/h.

Seguro que te los has preguntado alguna vez, pero ¿dónde está la rueda de repuesto?

En la mayoría de vehículos, para localizar nuestra rueda, debemos acceder al maletero y levantar el tapizado del suelo. Bajo éste encontraremos todo lo necesario para proceder al cambio. En caso de que tu coche no lleve la rueda de repuesto en el lugar indicado, deberás consultar el manual del fabricante para ver su ubicación.

Como recomendación, es aconsejable revisar la presión del neumático de repuesto periódicamente para asegurarnos de que está en condiciones llegado el momento de su uso.

Una vez comprobado que lo tenemos todo, podemos empezar con el cambio. Para ello, nos aseguramos de tener el freno de mano echado, en una superficie plana y dura que nos permita colocar el gato con seguridad.

Quitamos la tapa de la llanta o tapacubos si es que lo lleva, para facilitar el desmontaje de la rueda y, sin levantarla todavía del suelo, procedemos a aflojar las tuercas utilizando la palanca de desmontaje, girando en el sentido de las agujas del reloj.

Si la rueda fue instalada usando pistola mecánica y no de forma manual, es muy probable que te cueste aflojar las tuercas.

Si te encuentras en esta situación puedes intentar lo siguiente: Asegúrate de que la palanca de desmontaje está bien fijada a la tuerca, para evitar que cuando ejerzamos presión pueda dañar la tuerca o provocarnos alguna lesión. Después, utilizando una sola pierna, empujamos con el píe en el extremo opuesto a la rueda. Nos podemos ayudar de pequeños golpes o incluso, si fuera necesario, cargar nuestro peso sobre la palanca. Es recomendable en estos casos utilizar el propio coche como apoyo para evitar posibles accidentes o caídas.

En ocasiones nos podemos encontrar con que una de las tuercas es distinta a las demás. Se denomina tuerca de seguridad y, para poder retirarla, necesitarás el accesorio facilitado por el fabricante.

No debemos quitar las tuercas completamente, solo las aflojamos lo suficiente para que, una vez levantado el vehículo, las podamos quitar manualmente. De esta forma evitamos que durante la elevación del coche la rueda se salga de su ubicación.

Una vez tengamos todas las tuercas aflojadas, es hora de colocar el gato, ese gran desconocido para todos. Para una correcta colocación, lo mejor es mirar en el manual de nuestro coche las zonas señaladas para tal uso. En el caso de que no lo tengamos a mano, tendremos que mirar en los bajos del coche para buscar una parte lo suficientemente fuerte y firme, que nos permita su colocación sin peligro para que una vez subido el vehículo se pueda desplazar o caer.

Cuando tengamos el punto de apoyo localizado, colocaremos el gato debajo del mismo y comenzaremos a subir lentamente hasta que casi toque el coche.

Una nueva mirada, para asegurarnos de que la colocación es correcta nunca está de más y así nos ahorramos llevarnos algún mal susto

Tras esta última comprobación y con el gato ya empujando el vehículo, continuamos subiendo lentamente, siempre comprobando que el gato no se mueve y que el coche sube en altura pero siempre estable. En caso contrario, volveremos a bajar y ajustar el gato para evitar posibles accidentes. Si todo va bien, seguimos subiendo el coche hasta que la rueda se despegue del suelo y nos permita reemplazarla fácilmente.

Retiramos las tuercas manualmente, con cuidado de que el neumático no se desprenda y nos pueda golpear para, seguidamente, retirar la rueda.

Podemos decir que lo más difícil ya lo tenemos hecho ¿Sencillo, verdad?

Sólo nos queda colocar la rueda nueva. Nos aseguramos de que los agujeros coincidan y colocamos una de las tuercas hasta que quede bien sujeta. Para evitar que la rueda se mueva, colocaremos la tuerca del lado opuesto, para terminar colocando todas las demás.

Una vez que tengamos colocadas todas las tuercas, las iremos apretando de manera alterna, utilizando la herramienta de desmontaje, hasta que quede bien fijada pero sin llegar a apretar totalmente, para seguidamente bajar el gato.

Con el coche ya en suelo, terminamos de apretar las tuercas, esta vez todo lo fuerte que podamos, recordando hacerlo de forma alterna.

Ya tenemos nuestra rueda cambiada y nuestro coche listo para seguir circulando. Sólo nos queda retirar la rueda desinflada y recoger todas las herramientas.

Lo primero que debemos hacer al llegar a nuestro destino, es visitar un taller y proceder a la reparación de la rueda retirada para devolverla a su lugar correspondiente.

Recordarte, que en el supuesto caso de que el neumático quede inservible, bien por un reventón o por mal estado, lo ideal es cambiar la pareja completa, delanteras o traseras.